Empresas chinas se interesan por el potasio y el petróleo neuquino

Directivos de China Potassium Chemical Group Co. Ltd y China Petroleum Technology Development Corporation fueron recibidos por Gutiérrez junto con directivos de YPF y de la CNEA.


El gobernador Omar Gutiérrez recibió en Casa de Gobierno la visita de empresarios chinos, que buscan invertir en la provincia tanto en la producción de potasio y urea, como en la actividad hidrocarburífera.

Según expresaron los directivos de China Potassium Chemical Group Co. Ltd., su interés es explotar potasio, en conjunto con Compañía Minera de Neuquén (Cormine), en cercanías de Rincón de los Sauces, donde los estudios previos marcan que existe un gran potencial. Además, mañana visitarán junto con autoridades de la CNEA la Planta de Agua Pesada de Arroyito, para estudiar la posibilidad de producir urea, un fertilizante muy demandado en nuestro país y el exterior.

En tanto, China Petroleum Technology Development Corporation, una empresa de servicios petroleros que tiene equipos de perforación, provisión de tubos, químicos que se usan para las actividades de fractura, tendido de ductos, plantas de compresión y tratamiento, tiene intención de insertarse en la actividad hidrocarburífera que se desarrolla en Vaca Muerta.

Además, busca posibilidades de inversión en la refinación de petróleo para la producción de combustibles, teniendo en cuenta que en el país las refinerías en actividad se encuentran al límite de su capacidad. Se trata de una compañía muy importante que depende de la empresa nacional de petróleo de China.

Acompañaron al gobernador el ministro de Energía y Recursos Naturales, Alejandro Monteiro; el senador nacional Oscar Parrilli; la diputada provincial Lorena Parrilli y Diego Hurtado, viceministro de Ciencia y Tecnología y vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).

La delegación china estuvo integrada por Pang Dongmei; Wei Chengguang; Chan Kin Cheung; Sit Kin Cheung; y Cui Jian Guo; en tanto, por la empresa YPF participaron del encuentro la directora María del Carmen Alarcón; y la asesora Sofía de Nicolo.

En 25 meses PIAP podría volver a producir agua pesada

El plan de acondicionamiento de la planta industrial de Agua Pesada permitiría reemplazar un insumo clave para las centrales nucleares que ahora se importa.


El plan de acondicionamiento para rehabilitar la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), en la provincia de Neuquén, permitirá retomar en un plazo estimado en alrededor de 25 meses la producción local de un insumo clave para la operación de las centrales nucleares y sustituir las importaciones a las que se debió recurrir desde su cierre en 2017, además de buscar ser un proveedor internacional en las área de la energía, la electrónica y usos médicos.

La presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis, dio detalles del acuerdo que el Gobierno nacional anunció la semana pasada para la recuperación de la primera línea de producción de la planta a través de una inversión inicial de $20.000 millones.

«La PIAP es la planta de agua pesada más grande del mundo y como tal es un bien estratégico del país porque garantiza tener el ciclo completo del combustible nuclear y la posibilidad de tener una nueva central de ese tipo que va a depender de este insumo», explicó la doctora en Física egresada de la Universidad de Buenos Aires y el Instituto Balseiro.

La Planta Industrial de Agua Pesada -que es propiedad de CNEA y que está operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI)- cuenta con un diseño original le permite una capacidad de producción de 200 toneladas de agua pesada por año.

El agua pesada es uno de los insumos principales en las centrales nucleares que utilizan como combustible el uranio natural, tal como ocurre en el país con Atucha I y II y Embalse Río Tercero.

Un dato relevante es que el plan que se encuentra en marcha permite la posibilidad de estudiar un plan de negocios orientado a la provisión de clientes extranjeros que utilizan el agua pesada como insumo para electrónica y usos médicos.

Serquis explicó que la planta tiene dos líneas de trabajo que en 2017, bajo la presidencia de Mauricio Macri, «discontinuaron su producción y se pusieron en modo de conservación y mantenimiento, bajando de 400 a menos de 100 personas empleadas en la planta».

«Por entonces se había hecho una estimación que indicaba que había stock suficiente para la demanda de las tres centrales nucleares, pero cuando iniciamos la gestión en 2021 se advirtió que eran necesarias 480 toneladas hasta el fin de vida útil sin tener en cuenta la extensión de Atucha I», señaló.

Para cubrir la demanda la empresa Nucleoeléctrica Argentina -como operadora de las centrales- debió suplantar la falta de producción de la PIAP con agua pesada importada.

En ese marco, en una primera licitación en 2020 realizó dos compras a Rumania de 6 y 15 toneladas de agua pesada, y una tercera el año pasado por otras 15 toneladas que aún no llegaron al país.

De la misma manera, Nucleoeléctrica que requiere unas 20 toneladas al año de agua pesada, está desarrollando hoy un proceso de licitación que permitirá en junio adjudicar la compra de otras 18 toneladas, a valores internacionales que pueden alcanzar hasta los 700 dólares por kilo, debido a la escasa oferta global del insumo.

Producir hasta 100 toneladas al año

Ante ese escenario, Serquis explicó que la idea del plan de recuperación es «poner una de las dos líneas en funcionamiento para producir entre 80 y 100 toneladas al año, el mínimo bajo del cual el proyecto deja de ser viable comercialmente por los costos fijos que tiene, lo que permitirá proveer las necesidades actuales de las centrales y exportar el resto».

«En 25 meses podríamos volver a tener agua pesada desde la PIAP, pero ya en el último año y medio recibimos muchos contactos de empresas del exterior que consultan sobre las posibilidad de contar con parte de la producción con cartas de
intención no sólo con destino a energía nuclear, sino para la utilización en medicina o la industria de semiconductores», explicó Sarquis.

La demanda internacional creció «porque en el mundo cerraron muchas de las plantas de agua pesada que existían (entre ellas la de Rumania que estaba proveyendo al país) y la muy alta calidad de la PIAP posiciona al país como muy buenos proveedores de empresas como la canadiense Candu Energy que tiene un programa en Ontario de poder construir hasta 8 centrales nuevas hasta 2050 y va a requerir agua pesada».

Ese interés externo es la que permite «analizar la conveniencia de habilitar la segunda línea o hasta construir una tercera línea de producción» o complementar el proyecto con un plan de trabajo paralelo para la producción de fertilizantes  hidrógeno verde utilizando la generación de energía eólica de la zona.

«La CNEA firmó con Neuquén y con Y-Tec un convenio para hacer este análisis lo que permitirá definir el plan de negocios y determinar la oportunidad de avanzar con esta inversión que demandaría más de 600 millones de dólares, pero para atraer interesados es necesario tener la primera línea en funcionamiento para generar la sinergia», explicó.

Para ello, la ENSI tendrá a su cargo el desarrollo de plan de 25 meses que a costos actuales demandará una inversión de 20.000 millones de pesos, unos US$ 80 millones a cambio oficial actual que serían rápidamente recuperados por sustitución de importaciones y exportaciones, y una cifra menor teniendo en cuenta el valor de la planta de unos US$ 1.000 millones.

No obstante las condiciones macroeconómicas ya hacen estimar en la CNEA que los fondos comprometidos para este año por 4.065 millones de pesos requerirán una actualización presupuestaria por otros 3.000 millones, y algo similar debería ocurrir con los montos previstos para 2024 y 2025.

«Uno de los acuerdos es la posibilidad de pedir refuerzos presupuestario para este año, serían más de 3.000 millones de pesos de acuerdo a la cláusula de ajuste en función del alto monto con pago de salarios y otros insumos, y el costo del equipamiento que deba ser reemplazado», detalló la funcionaria.

Serquis también señaló que comenzaron a recuperarse trabajadores de la planta original por lo que hoy hay 122 personas en planta pero se prevé empezar a incorporar personal para ser entrenado y aquellos ya jubilados o en condiciones de hacerlo para que sus conocimiento no se pierdan, para llegar a una planta de 250 para la primera línea en marcha.

Télam

Provincia busca reactivar la planta de Agua Pesada

El gobierno de Neuquén y la Comisión Nacional de Energía Atómica acordaron un plan para reactivar el complejo industrial de Arroyito.


El gobernador Omar Gutiérrez y la presidenta de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Serquis reafirmaron el compromiso de puesta en marcha de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP) y acordaron un plan para reactivarla.

La planta produce un insumo clave para las centrales nucleares argentinas, que también se utiliza a nivel internacional en la industrias electrónica y de insumos médicos, situación que convierte al agua pesada en un producto de exportación.

El presupuesto 2023 del Poder Ejecutivo de Neuquén incluye una partida de mil millones de pesos destinada a este plan en la PIAP, lo que muestra con total claridad la “decisión política del gobierno provincial de avanzar en la puesta en marcha del complejo industrial de Arroyito, uno de los más importantes del país”, dijo el gobernador.

Gutiérrez recalcó que, “trabajando juntos y a la par con el gobierno nacional, vamos a poder actualizar la PIAP, poniéndola al servicio del país y de la provincia, manteniendo las fuentes de trabajo y generando ingresos que se volcarán al sistema productivo”.

“Con el gobernador acordamos empezar a trabajar en conjunto en la reactivación de la PIAP. En dicha planta, que tiene dos líneas de producción, se aplicaría una de ellas a la producción de 80 Tn por año de agua pesada, mientras que la segunda línea se orientaría a la producción de Urea, proyecto en el cual se trabaja en la elaboración de un plan de negocios y participa también Y-TEC”, manifestó Serquis.

La instalación es propiedad de CNEA y está operada por la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), una sociedad conformada entre la CNEA y la provincia del Neuquén, que tiene la mayoría accionaria. Fue inaugurada en 1993 y su capacidad de producción es de 200 toneladas de agua pesada por año, lo que en su momento la convirtió en la más grandes del mundo.

El agua pesada es uno de los insumos principales en las centrales nucleares que utilizan como combustible el uranio natural. En la actualidad el principal objetivo para la puesta en marcha de la PIAP es la producción de las 485 tn que se necesitan para garantizar la provisión de las tres centrales en operación –Atucha I, Atucha II y Embalse- hasta el fin de su vida útil.

Transcurridos los casi siete años que demandará el primer objetivo se estima que Nucleoeléctrica Argentina SA tendrá la posibilidad de contar con el agua pesada que se necesite si comienza con la construcción de la segunda central tipo CANDU prevista en su plan estratégico, lo que disparará la producción de 500 tn más. Por otra parte, en la actualidad se trabaja en un plan de negocios orientado a la provisión de clientes extranjeros que, tal como se ha dicho con anterioridad, utilizan el agua pesada como insumo para electrónica y usos médicos.

La importancia de la reactivación de esta planta radica en preservar la gran inversión que realizó el Estado nacional en 1993, al mismo tiempo que se mantienen fuentes de trabajo y crean nuevas, se garantiza la provisión de las centrales nucleares y se generan divisas como producto de la exportación.

Neuquén planteó ante la CNEA la reconversión de la PIAP

La propuesta del gobierno es que la planta industrial de agua pesada que está ubicada en Arroyito produzca fertilizantes, amoníaco e hidrógeno.


El gobierno provincial presentó ante la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) su propuesta de ampliación del horizonte productivo de la Planta Industrial de Agua Pesada (PIAP), mediante la instalación industrial multipropósito en Arroyito.

Al término del encuentro, realizado en Buenos Aires, el ministro Jefe de Gabinete Sebastián González afirmó que “la propuesta provincial fue bien recibida” por la presidenta de CNEA, Adriana Serquis, y el gerente general, Daniel Bianchi y remarcó que “hay coincidencia en que es preciso buscar opciones que amplíen el espectro de producción de la planta”.

Al respecto, el jefe de Gabinete explicó que “ellos proponen reservar una de las dos líneas de producción de la PIAP para abastecer las 100 toneladas que va a necesitar el plan nuclear argentino en los próximos 10/15 años. Y están de acuerdo en que a la otra línea de producción le busquemos en conjunto opciones de producción.”

La propuesta neuquina toma en consideración el contexto actual –caracterizado por el desarrollo e industrialización de Vaca Muerta y las oportunidades que brinda el proceso de Transición Energética- que genera, en conjunto, un escenario que puede ser propicio para garantizar que la PIAP vuelva a tener un rol protagónico, sobre la base de una cartera de productos estratégicos en la que, al agua pesada, se le incorporen el amoníaco, los fertilizantes y el hidrógeno, configurando así una instalación industrial multipropósito única en el mundo.

Al término del encuentro, en el que participaron también el ministro de Energía y Recursos Naturales, Alejandro Monteiro – director por provincia en la Empresa Neuquina de Servicios de Ingenería (ENSI), que opera la PIAP- y José Brillo, presidente de la agencia ADI-NQN, quedó en evidencia que para los funcionarios nacionales la opción más factible es la producción de fertilizantes. En segundo lugar, la de amoniaco y en tercer lugar la de hidrógeno. Estas últimas dos a escala piloto para ir probando su potencialidad.

“Para estimar la factibilidad técnica y económica de estas tres opciones hay que actualizar el estudio de Haldor-Topsoe, que está referido solo a producción de fertilizantes e incorporarle el análisis de amoniaco e hidrógeno”, indicó González.

Además, destacó la intención de involucrar a Y-TEC en la realización de esos estudios. La expectativa entonces es consensuar un acuerdo tripartito entre Provincia, CNEA e Y- TEC para hacerlo y buscar financiarlo con las alternativas que estén disponibles entre las cuales figuran el Ministerio de Desarrollo Productivo y Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Consejo Federal de Inversiones (CFI).

Acuerdos

La propuesta neuquina para pensar y concretar una instalación multipropósito que aproveche al máximo las capacidades y potencialidades de la PIAP es una invitación al trabajo en equipo y a la unión de esfuerzos en pos de un objetivo estratégico superior, según expresó el gobernador Omar Gutiérrez al confirmar la reunión a la que asistieron hoy los funcionarios neuquinos.

Para avanzar en ese sentido se acordó constituir un grupo de trabajo entre la Provincia y la CNEA para comenzar a elaborar los términos de referencia para esos estudios e ir coordinando las demás cuestiones derivadas de ello, como la búsqueda de inversiones o de financiamiento para llevarlos a cabo, entre otros aspectos.

Además, el gobierno de la Provincia del Neuquén explicitó su intención de eximir de impuestos provinciales a la PIAP y a gestionar junto a la CNEA un acuerdo con la empresa YPF para obtener la provisión de gas a valores promocionales, en lo que respecta a la producción de agua pesada y posteriormente de los demás productos incluidos en el plan de ampliación multipropósito propuesto. Sobre estos dos puntos en particular, González afirmó que “las exenciones impositivas y gestiones por el gas para cuando entre en producción, fueron agradecidos y valorados”.

Por último, el ministro informó que invitó a la presidenta de CNEA a visitar Neuquén en las próximas semanas para continuar avanzando en estas gestiones.